Cuando Albino Luciani era Patriarca de Venecia, antes de llegar a ser el Papa Juan Pablo I, algunos sacerdotes ancianos, acostumbrados a predicadores notables como sus predecesores en el cargo patriarcal, le criticaban un poco por la sencillez e ingenuidad de los ejemplos que espolvoreaba en su predicación. Pero él contestaba a esto diciendo: "La palabra de Dios no es más que una carta. Mi madre, cuando el cartero le traía una carta de mi padre, que trabajaba en Alemania, la abría con ansia, la leía y releía; luego, corría a contestarla y enseguida la echaba al buzón. Esto es la palabra de Dios, la carta de una persona que se ama, que se espera; la leemos para hacerla nuestra y contestamos enseguida". Cfr. N. Valentini y M. Bacchiani, El Papa de la sonrisa
0 Comments
Leave a Reply. |
Archivos
April 2014
Categorías
All
|