Y declarado eso, dio media vuelta y abandonó el camerino con la misma parsimonia con la que había aparecido.
Es curioso, pero las palabras de la abuela coincidían con la conocida definición de amor del filósofo Joseph Pieper: "Amar es exclamar continuamente ante el ser amado: ¡Qué bueno que existas!"
Fuente: ANÉCDOTAS Y VIRTUDES, III. JULIO EUGUI