-¿Quién es usted y qué hace aquí?
-Monseñor, no se maraville. Soy una mujer protestante que ha seguido sus conferencias sobre la Eucaristía. Sus argumentos sobre la presencia real me han convencido. Pero me quedaba un residuo de duda y temor, y era, sin rebozo lo declaro, el temor de que usted no estuviera convencido de sus propias enseñanzas.
Cfr. V. Capínaga, La Eucaristía en la historia de las conversiones