-Sí, ahora te lo paso.
-Tío, hoy me he confesado.
-Muy bien, y ¿qué tal?
Se queda sorprendido por todo lo que oye. Pero el chaval prosigue:
-¿Tío, voy más ligero!
Se pone la madre:
-Está contentísimo. Dice a todo el mundo que ha hecho su primera Confesión y que va muy ligero.