Refieren de la vida del que fue ilustre médico, Eduardo Ortiz de Landázuri, que un día llegó a su consulta -acudían a él muchas personas de condición social humilde y de esto hace mucho tiempo, datos que servirán para entender lo que viene a continuación- una mujer a la que le aquejaban unos dolores en el pie derecho. Don Eduardo invitó a la mujer a que se quitara la media para examinarle ese pie. Notó que ella se quedaba un poco cortada, al tiempo que musitaba:
El médico captó enseguida que el problema era de agua y jabón y, con delicadeza, la citó para el día siguiente. Volvió la paciente y ya pudo hacer una exploración del miembro enfermo, pero vio conveniente compararlo con el pie izquierdo, e invitó a la mujer a que se quitara la otra media. De nuevo el rubor y la excusa:
-Verá, doctor, es que no vengo preparada.
Don Eduardo tampoco se inmutó y le dio otra cita para el día siguiente, y por fin, "a la tercera va la vencida", pudo concluir la exploración satisfactoriamente. La vida misma.
Cfr. E. López-Escobar y P. Lozano Bartolozzi, Eduardo Ortiz de Landázuri