-Estoy reventado -confesó a su familia-. He estado en el campo ayudando a los brotes a crecer.
El hijo mayor, que se "olió la tostada", partió como un rayo hacia los sembrados y encontró todas las plantas muertas.
Otra cosa es desbrozar el terreno, regar en los momentos oportunos y abonar. Por cierto, que la eficacia del abono de estiércol (el "cucho", del latino cultum, como se le llama en algunas regiones: Asturias, sin ir más lejos) bien la predica el dicho popular: "con cuatro cosas logra el labrador coger mucho: cucho, cucho, cucho y cucho". No es difícil encontrarle al refrán una aplicación ascética. Desbrozar, abonar y sembrar; apoyar el crecimiento... y paciencia.