Es lo mismo con Dios, nosotros tenemos que llegar a Él queriendo ser santos. Santos en la vida ordinaria. Santos en el hogar, el la escuela, en la facultad, en el trabajo… En todas partes. Hay que ser los mejores para Dios, sólo para Él, y no centrarnos en los bienes pasajeros sino en que Él nos dará la vida eterna si somos los mejores santos. Pero recuerda, tu sólo no puedes necesitas ayuda de Dios.
Autora: Laura Sepúlveda
Así como ella, te invitamos a que tú también nos compartas una oración, frase, reflexión etc.