25 de agosto del 2013
Is 66,18-21 / Sal 116 / Heb 12,5-7.11-13 / Lc 13,22-30.
“Más te ama el que te corrige de faltas que sí tienes; que quien te alaba por cualidades que no tienes”. -Salomón.- Dios nos muestra más amor cuando permite pruebas que nos hacen llorar que cuando nos hace reír; porque el reír nos produce un gozo pasajero, pero el dolor nos madura haciéndonos fuertes para los momentos difíciles. Corregir a los hijos cuando hierran es propio de padres que los aman; no aconsejar, advertir del peligro de infringir la moral; dejar pasar errores de conducta y admitir que los hijos mientan, pierdan tiempo, desobedezcan o se emborrachen, y quedarse impávidos los papás, se parecieran al que ve incendiarse la casa y no dá la alarma a quienes están dentro.