Intrigado, se dió cuenta que además había otras flechas disparadas en varios sitios, todas con la misma precisión en el centro del blanco. Sorprendido por la habilidad del arquero, mandó a sus pajes a buscarlo.
Después de algunos minutos encontraron al autor de los certeros disparos. Se trataba de un niño de no más de 12 años.
- Eres tú el hábil arquero? -preguntó el rey.