Dios después de haber hablado e intervenido en la historia mediante mensajeros y signos, ha salido de su luz inaccesible para iluminar el mundo. Cada cristiano ha de ser consciente de la misión y la responsabilidad de testimoniar y llevar al mundo la luz nueva del Evangelio. La Iglesia recibe la luz de Cristo para ser iluminada por ella y difundirla en todo su esplendor. Y esto debe suceder también en nuestra vida personal.
P. Noel Lozano