"Hay que armonizar nuestro corazón con el corazón de Cristo, para que el apoyo amoroso brindado a los demás se traduzca en participación y conciente compartir de sus sufrimientos y esperanzas, haciendo así visible, por una parte la misericordia infinita de Dios hacia el hombre, que brilla en el rostro de Cristo, y por otra nuestra fe en Él. El encuentro con el otro y el abrir el corazón a su necesidad son ocasión de salvación y bienaventuranza." BXVI
P. Noel Lozano