Despertó el buen hombre, y, al ver lo sucedido, empezó a gesticular y a proferir amenazas. Menos mal que pasó por ahí un buen conocedor de la zona y de las costumbres de los simios, porque el vendedor ya estaba al borde de la desesperación.
En efecto, al poco se vio como llovían sombreros de los árboles. Para bien o para mal, es claro que muchas veces nos imitan las personas cercas; sobre todo tendremos que pensar en los más jóvenes y los que carecen de formación.
Una de las frases famosas de Albert Einstein es: “Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única”. Tú, tienes todo el potencial para hacer la diferencia en este mundo y convertirlo en un lugar mejor. Cada día estás en contacto con tu propia familia, colegas de trabajo y amistades, y a todos ellos puedes contagiarle tu actitud positiva, congruencia y rectitud antes cualquier situación que se presente. Todo eso simplemente al dar el ejemplo.
Te animo a que en esta semana seas ejemplo para los demás, tú eres el vendedor y los demás los simios. Todo lo que hagas tú que se vea reflejado en los demás, por eso las cosas que llegues a hacer tienen que ser buenas demostrando el gran católico que eres, dando simplemente tu ejemplo. Que cuando estés en sociedad o con familia y alguna persona te vea cumpliendo la palabra de Dios, le pase este pensamiento en la mente: –Quiero ser como él o ella.–
Si tienes algún problema o no sabes cómo, básate en Jesús. Él fue el primero que nos enseño las muestras de su infinito amor por medio de su ejemplo que esta grabado en las Sagradas Escrituras. Yo aquí te pongo algunas ideas:
- Da ejemplo a los demás siendo responsable en tus deberes.
- Da ejemplo llevando una vida espiritual firme y recta, procurando siempre estar cerca de Dios.
- De ejemplo y demuestra que el prójimo es Cristo mismo al practicar las obras de misericordia.
Mucha suerte, harás un gran papel.
Bernardo Daniel Treviño Caballero
Coordinador de Creando Conciencia