Enseguida, fue recibida la réplica: “Altere el suyo diez grados hacia el norte”. Se enfadó el capitán, ya que su comando había sido ignorado.
En la noche oscura y neblinosa de nuestros tiempos se escuchan muchas voces distintas que vociferan órdenes, diciéndonos lo que debiéramos hacer o cómo encaminar nuestra vida.
Una voz en particular se hace escuchar en medio de las tinieblas, señalándonos un rumbo contrario a las indicaciones de las demás, una trayectoria que quizás parezca irracional. Se trata de la voz de quien es la Luz del mundo, voz que ignoramos a gran riesgo nuestro.