Esto nos ilustra cómo Dios se comunica con el hombre por medio del Espíritu Santo, y que “Aunque andemos en valle de sombra de muerte, No temeremos mal alguno, porque Él estará con nosotros (Salmos 23:4); de esta manera podemos tener seguridad de éxito en nuestra vida espiritual y material si nos dejamos guiar por su voz.