Siete días pasaron, cuando tocaron a la puerta de la casa del joven. Para su sorpresa, un televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo. Tenía una nota especial adjunta al paquete.
“Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no sólo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente. Sinceramente, La Señora de Nat King Cole.
“Ama más quien más ha servido, porque aprecia su vida y la de los demás.”