”Quiero crecer! Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en el suelo y que mis retoños rompan la corteza de la tierra que tengo arriba… Quiero desplegar mis tiernos brotes como banderas para anunciar la llegada de la primavera… Quiero sentir el calor del sol en mi cara y la bendición del rocío matinal en mis pétalos!”
Y entonces creció. La segunda semilla dijo:
Y entonces esperó. Un ave que andaba dando vueltas por el lugar en busca de comida, encontró a la semilla que esperaba y enseguida se la tragó.
“El que al viento observa, no sembrará,y el que mira a las nubes, no segará. Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes de reposar tu mano.”