Viernes de Pasión. Título certero le ha dado la tradición a este día. Porque en él, la pasión de Dios por el hombre llega a su punto más alto. Jesús muere de amor por nosotros. Su Corazón divino, inmutable, humano es vulnerable. Y se deja herir en este día. Aunque la herida no es nueva: es tan antigua como el pecado del hombre. Y sangra desde entonces. Porque desde entonces se hizo, en cierto modo, corazón de carne. No se explica de otro modo su tenaz debilidad por el hombre. "¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?", escribió el poeta. "Nada, en realidad, que necesite o que no tenga", respondería Dios desde el cielo. "Si muero por ti, es por el Corazón enamorado que llevo dentro".
0 Comments
Hoy Jesús tiene precio. Y es vendido. Como se vende una cosa, un animal, un servicio; pero no una persona. Dios se había hecho hombre. Hoy se hace mercancía. Treinta monedas de plata. Los sumos sacerdotes aceptaron el precio que Judas les propuso. Les salió barato. También hoy, Jesús se vende barato. En el mercado actual de valores, Jesús se cotiza bajo. Al menos frente al oro, al placer, a la fama mundana, al poder. Y todos, sin excepción, lo hemos vendido ya alguna vez. Porque eso es, en definitiva, el pecado: vender a Jesús a cambio de unas monedas de egoísmo, en cualquiera de sus formas.
"¡Qué dolor de muelas! No puedo estudiar, ni leer, ni jugar, y ni siquiera puedo dormir ", se quejaba desconsoladamente. Alguna vez habrás tenido dolor fuerte de algo, ¡qué pesadilla!
Pues bien, el dolor de los pecados NO es así. Para perdonarnos en la confesión Dios nos pide dolor, y este dolor consiste en tres cosas: 1) reconocer que se ha pecado voluntariamente; 2) desear no haberlo hecho; 3) querer no volver a hacerlo y, para ello, poner los medios oportunos. V domingo Cuaresma Ciclo C
17 de marzo de 2013 Is 43, 16-21 / Sal 125 / Flp 3, 8-14 / Jn 8,1-11. El domingo anterior escuchamos la parábola de la misericordia; pero aquello fué una semejanza para ilustrar a quienes la oyéramos; eran comparaciones y ejemplos con las que nos encontramos todos los días. Hoy, hermanos, con el Ev. de la mujer sorprendida en adulterio, estamos ante hechos reales, con personas que tienen un nombre, una historia y algún día darán cuenta de sus obras. Había ido el Señor, la noche anterior, al huerto de los olivos; ahí pasó la noche, retirado del ruido y preparándose para empezar desde temprano su actividad evangelizadora en el templo. Todo lo que dice, y todo lo que hace; palabras, silencios, actitudes, milagros y gestos, tienen la misma finalidad: comunicar un mensaje, hablar de su Padre, del Reino; acercarse a cada hombre; curar las heridas que deja el pecado; cicatrizar sus huellas; animar para que cada uno tenga valor para “vivir o para morir”. ¿Qué crimen tan brutal ha cometido este hombre, que ha tenido que pagarlo con una muerte tan horrorosa?, preguntó un mahometano a un sacerdote refiriéndose a un crucifijo que tenía en la mesa. - Él no cometió ningún crimen -respondió éste-; era completamente inocente.
|
Archivos
April 2014
Categorías
All
|