- Hay una familia con ocho niños. No han comido durante días. Tome algunas provisiones y fui a verlos. Cuando llegue con esa familia, vi las caras de los niños desfiguradas por el hambre. No se reflejaba ninguna aflicción ni tristeza en sus caras, solo el profundo dolor del hambre.
Cierta noche, un hombre vino a nuestra casa y me dijo:
- Hay una familia con ocho niños. No han comido durante días. Tome algunas provisiones y fui a verlos. Cuando llegue con esa familia, vi las caras de los niños desfiguradas por el hambre. No se reflejaba ninguna aflicción ni tristeza en sus caras, solo el profundo dolor del hambre.
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Solemnidad de Pentecostés. Ciclo C
19 de Mayo del 2013 Hch 2, 1-11 / Sal 103 /Rom 8, 8-17 / Jn 16, 12-15. Abrimos la celebración de la venida del Espíritu Santo 50 días después de Pascua, con una plegaria por nosotros, la Iglesia, para que ese amor del Padre y del Hijo nos santifiquen, pero expandiendo el corazón, pedimos los dones del Espíritu para el mundo entero, y rogamos también que realice entre nosotros dos cosas: el amor y la unidad de la primitiva Iglesia. Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde yo trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado. Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana. La Ascensión del Señor. Ciclo C
12 de Mayo del 2013 Hch 1, 1-11 / Sal 46 / Heb9, 24-48; 10,19-23 / Lc 24, 46-53. Hay un lugar, cercano a Jerusalén, llamado el Monte Olivete, que se inunda de alegría desde la víspera de esta fiesta. Hoy es propiedad de musulmanes y para que los cristianos entren tienen que pagar para orar ahí un rato o para celebrar Misa. Es un edificio no grande, coronado por la media luna, y en la Ascensión de Nuestro Señor, en el atrio celebran griegos, armenios, coptos y latinos. Se mezclan la fe, la alegría y el folklor. Sólo una cosa los une a todos. Todo mundo mira hacia el firmamento; de aquí se alejó definitivamente Nuestro Señor al cielo; aquí terminó su vida terrena. Hubo, a través del tiempo, templos que fueron destruidos y vueltos a edificar, -hasta hubo una gran basílica en el S. IV, -lo cuenta S. Jerónimo, que estuvo ahí; - que tenía abierto el domo para que los peregrinos en sus plegarias, contemplaran el cielo, por el que Jesús ascendió y se les ocultó a los apóstoles porque una nube lo cubrió. Han cambiado muchas veces paredes, columnas, y altura o materiales de aquel edificio sagrado, pero el lugar, la colina y el cielo azul son los mismos. Durante la segunda guerra mundial era costumbre en los Estados Unidos que una familia que tuviera un hijo sirviendo en el ejercito colocara una estrella en la ventana frontal de su casa. Cuando esta estrella era dorada, entonces significaba que este había entregado su vida por su país.
Hace muchos años caminada un hombre con su hijo por las calles de Nueva York y al ver las ventanas llenas de estrellas preguntó a su papá sobre qué era esto, su padre le explicó lo que significaba y cómo estas familias que habían entregado un hijo por su país colgaban estas estrellas como un homenaje a sus sacrificios. No se si te has puesto a pensar lo mucho que Dios te ama. Yo sí. Y te invito a que pienses cuánto te quiere. Mira vamos a hacer una escala para que se te haga mas fácil. Tu ¿cuánto mides? 1 metro 60, 1 metro 80. ¿más? o ¿menos? Compara cuánto mides con cuánto mide el universo.
V domingo de Pascua. Ciclo C
28 de Mayo del 2013 Hch 14,20b-26 / Sal 144 / Ap 21,1-5a / Jn 13, 31-35. - Jesús siente ternura por cada redimido… Hermanos en la fe; muy amados todos por Jesucristo. Al leer que S. Pablo y Bernabé visitaron 7 regiones distintas en varios años; (2,500 Km.) exhortándolos a todos, se nos impele a ir también nosotros a otras tantas familias, o comunidades o personas a comunicar las mismas verdades; porque como ellos también nosotros queremos el bien para todos. Los animaban y exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que “hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar al Reino de Dios”. Sólo la perseverancia en la fe dará fuerzas para las pruebas que ciertamente vendrán y luego podemos recibir los premios prometidos. Un importante señor gritó al director de su empresa, porque estaba enojado en ese momento.
El director llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de que estaba gastando demasiado, porque había un abundante almuerzo en la mesa. Su esposa gritó a la empleada porque rompió un plato. La empleada dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar. Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó: “AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !”.
Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña: “AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !” IV domingo de Pascua. Ciclo C
21 de abril de 2013 Hch 13,14.43-52 / Sal 99 / Ap 7,9.14b-17 / Jn 10,27-30. Toda Vocación, hermanos en la fe, se gesta en la familia; y lo que decimos de las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, también lo afirmamos para la vocación al matrimonio. Los elementos que condicionan el éxito de cada vocación valen en primer lugar para la familia cristiana: LA AMISTAD CON CRISTO; EL DON TOTAL DE SI MISMO A DIOS; Y VIVIR EN COMUNIÓN, así lo menciona el Santo Padre Benedito XVI en su mensaje anual preparado para este día. Si el matrimonio es cristiano -no sólo se llama sino lo es-, y matrimonio cristiano significa Cristo en medio, como Alguien que tiene la primacía en el hogar; y si los esposos comprendiendo su misión se dan a Dios en la entrega de sí mismos a la vocación de consortes y padres, educadores y defensores de sus hijos, y permanecen unidos a Dios y entre ellos, el mensaje que dan es tan elocuente que otros, al verlos, verán por contraste la diferencia de quienes viven su fe y quienes viven al margen de Dios. |
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