Así había ocurrido durante toda la subasta. Un automóvil usado, valorado entre $ 18 000 y $ 22 000, fue vendido por $ 79 500. Un juego de vasos verdes, tasado en $ 500, se vendió por $38 000. Un collar estimado entre los $500 y $700, fue vendido por $211 500. Por cuatro días consecutivos muchos artículos de valor común y ordinario fueron vendidos por precios exagerados. ¿Por qué? Porque los artículos subastados pertenecían a la herencia de Jacqueline Kennedy Onassis.
¿Cómo estimamos el valor de la cosas? ¿Cómo determinamos lo que es valioso para nosotros?