Te ofrezco este santísimo y adorable Rostro de nuestro Señor Jesucristo para expiar los pecados de todo el mundo, las blasfemias, sacrilegios e irreverencias; para la iluminación de tus sacerdotes y religiosos y por la conversión de todos los pecadores, en especial de los más obstinados; como también para las almas del purgatorio.
Imprime en mi corazón la imagen de tu divinidad, y dame un amor ardiente a Ti, para que un día pueda ver tu Faz glorificada. Amén.