Nos dice Benedicto XVI:
A menudo para el hombre la autoridad significa afán de posesión, poder, dominio, éxito Para Dios, en cambio, la autoridad significa servicio, humildad, amor; significa entrar en la lógica de Jesús que se inclina para lavar los pies a los discípulos, que busca el verdadero bien del hombre, que cura las heridas, que es capaz de un amor tan grande de dar la vida, porque es el Amor”.
P. Noel Lozano