-J'ai peur... j'ai peur... ma soeur...
-Todas nosotras haremos lo imposible por ayudarte. Rezaremos mucho, mucho, por ti. Siempre, siempre... Ahora y después...
Y Bernadette, que es la sencillez misma, responde con expresión infantil:
-Oh, por favor, ma soeur, no lo vaya a olvidar.
Sus últimas palabras serán:
-J'aime... "Yo amo"...
Es la confesión de su gran amor a la Virgen María, la Señora de Massabielle. Y el viejo párroco de Lourdes, Peyramale, que la ha conocido desde niña, y que ha acudido a su requerimiento hasta Nevers para estar a su lado en los últimos instantes, se sorprende a sí mismo diciendo muy bajito:
-Sólo ahora comienzas tu vida, Bernadette.
Cfr. F. Werfel, La canción de Bernadette