En el encuentro con los jóvenes, una chiquilla de unos catorce años, Verónica Chansa, en estado terminal, delgada, cuenta al Papa con un hilo de voz su propia historia: fue violada por unos hombres al bajar del autobús que la llevaba al colegio y contrajo el sida. Los que la oyeron se quedaron con el corazón en un puño, porque dijo como en un susurro:
Cfr. P. Gómez Borrero, Juan Pablo, amigo. La vida cotidiana en el Vaticano