Suprimen el domingo, por ser día de contenido cristiano, y quieren acabar con todas las festividades religiosas que han marcado la vida del país hasta entonces durante siglos. El día de Todos los Santos se convierte en el día de la escorzonera (un tipo de hierba); Navidad, el día del perro; Epifanía, el del bacalao; la Candelaria, el del nogal; y para qué seguir...
Cfr. J. de Viguerie, Cristianismo y revolución